Sentado y quieto,
solo,
para esperarte.
Te observo,
sobrio,
a emborracharte.
Ojos ya muertos,
de ver que
lloraste.
Y tanta modestia
burda,
que es despreciable.
Promesas obvias
al despertarte.
Tanta nostalgia
desperdiciaste.
Melancolías
tontas
de reciclaje.
Molestia sobra
de tanto
quejarse
pues pesado y largo es
el silencio
del caminante.
solo,
para esperarte.
Te observo,
sobrio,
a emborracharte.
Ojos ya muertos,
de ver que
lloraste.
Y tanta modestia
burda,
que es despreciable.
Promesas obvias
al despertarte.
Tanta nostalgia
desperdiciaste.
Melancolías
tontas
de reciclaje.
Molestia sobra
de tanto
quejarse
pues pesado y largo es
el silencio
del caminante.