Comenzar por describirte como forma de introducirnos en esta historia podría ser una opcion, pero seria una injusticia ante la vida, ya que mucho tiene que ver la vida en esta historia. Toda buena historia requiere un prologo, además para mi es necesario identificar las necesidades personales que me hacen escribir algo sobre ti. Justificar el esfuerzo de apretar una serie consecutiva de teclas para formar una palabra y a su vez esta colocarla en cierto orden y secuencia para formar frases con sentido para aquel que quiere pertenecer al selecto grupo de desocupados que desean leer estas letras.
Como necesidad, ninguna, necesidad es solo aquello que nos permite vivir. Necesidad es el aire, el agua y el alimento. Conllevando la necesidad del aliento y su voz, de la sed y saciedad, del hambre y la comida. Con el aliento la verdad de tu nombre. Con el agua, lo salado de las lagrimas, y con el alimento de lo nutritivo para el alma.
No tengo respuestas pero si justificaciones. Estas dan razon a mi debilidad o a tu grandeza. Porque eres grande como el universo. Profunda y oscura como el. Pero de justificaciones hablamos. Y para justificar estan tus ojos. Sumergidos en un mar entre salado y dulce por la mezcla de lagrimas y lluvias. Parpados negros corridos por el maquillaje desprendido. Mejillas temblorosas por el frio o el miedo, si es que entre estos hay alguna diferencia. Justifico mis ansias en tus labios, que carnosos como son, imnotizadme al simple hecho de mencionar tu nombre. A tu cabello rizado por el agua que entre tus oidos escurría. Por el sonido vil de tu voz que acaricia y atraviesa mis sentidos. Que aunque nada de eso justifica este libro, si lo hace con mi vida. Justifica cada segundo que pienso en ti, cada respiro que tomo, cada paso que doy. (Bueno tu conoces lo que dice la canción.)
Este no es un texto pensado, ni elaborado con estructura lingüísticas ni gramaticales, su forma y fluidez se basa en la esencia pura de lo que siento, quizás no entiendas ni una palabra y quizás no basten tantas letras para que lo descifres, pero en fin, no importa. Este es simplemente un prologo, un prefacio o un vestíbulo, como lo quieras llamar, para intentar prevenirte e inducirte a que disfrutes de la siguiente historia. Esa que formaremos juntos, que formamos juntos desde que accedimos al capricho del destino, de ponernos frente a frente. Para que formemos el relato de un par de locos que a menos de cinco minutos de verse, se reconocieron de inmediato como personajes principales.
Simplemente tu y yo.