Testimonio II

Oculto tras tu cintura, me refugio de la mentira,
hipocresía de lo vivido que dejo atrás con mi camisa;
Llevo años intentando escapar de mi locura para encarar a tu verdad,
esa verdad que me concurre hasta tu cuerpo,
como pensamiento, como palabra, como obra, como clamor...
No miento si te digo que deseo pronto un pretexto
para escapar lejos de aquí,
volverme etéreo permanente, flotar hasta a la almohada en que reposa tu cabello,
y desgarrar uno a uno cada evidencia de tus sueños, para excavar ahí, para anidar allí...
Formar un nicho de sincera fraternidad con cada uno de tus anhelos, deseos y fantasías;
que aunque ya se que no puedo hacerlas realidad,
al menos,
podré infectarte con las mías...

testimonio 1

cuando camino de regreso a casa escuchando un jazz
desapercibido del trafico y la gente en su humor;
cuando los domingos por la noche llueve un poco sobre la acera
y las luces vecinas reflejan paz en el pavimento,
cuando el fuego en la vela me absorbe hasta el infinito
y me consume como a la cera en un liquido de recuerdos;
cuando me veo borroso tras el espejo del baño
después de tomar media hora de ducha caliente,
cuando camino a oscuras por la sala y el balcón,
espiando sigilosamente las ciudades y sus luces,
cuando me escapo del sonido a través de la densidad del agua
y floto cual hoja caída en la orilla de algún mar,
cuando antes de dormir me torno etéreo,
dejo mi cuerpo he invado el tuyo.

solo entonces, cuando nadie me ve, llego a no sufrir...