... Y ni te cuento del
sentimiento acentuado por el exilio voluntario, al ver que a Simón me lo
enterraron como un simple mortal, ausente de homenajes, ahogado por violencia,
insensatez, gases lacrimógenos... No existe la primera estatua suya todavía
sabiendo que merece un lugar como la flor de Venezuela, como el cuartel, como
un Teresa Carreño.... y ponerlos a reposar en Barbacoas de Aragua como
merecía...
JHDN
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