.NIÑO.

Dijo una vez Johann Wolfgang von Goethe. “Si la juventud es un defecto, uno se corrige muy pronto de él "... No se cuan insolentes o polémicas, incluso descabelladas puedan resultar estas palabras, pero "no he de envejecer jamás", no quiero ser adulto, no quiero madurar; si esto significa perder toda capacidad de soñar, de encerrarme en la rutina macabra de la realidad, sin poder transportarme a mundos sin complejos ni parapetos de protocolo y buenas costumbres; en donde se me prive de volar en ilusiones de amores románticos y historias de tesoros, no quiero envejecer. No quiero pertenecer a un mundo mecanizado donde el más mínimo movimiento fuera de lo que establece la “sociedad”, es visto con ojos acusadores, donde todo movimiento espontáneo de gozo, representa una indignante malformación de la conducta, que si no seguimos los patrones de la sociedad, estamos condenados de “irresponsables”… pero irresponsables a los ojos de quien?.. Quien será el que verdaderamente nos juzgue a la hora de nuestra muerte… según lo que he escuchado en voces de ancianos, el mas inquisitivo de los juzgadores es la propia conciencia... dijo alguna vez, un anciano en una esquina..“No haber hecho esto cuando tuve la oportunidad de disfrutarlo, el privarme de tal cosa por no quedar mal públicamente, importa un bledo cuando juzgas tu vida en el ocaso.”… ojos de experiencia que reflejan una niñez interna, niñez melancólica, pero niñez al fin… en sus sueños juega al fútbol, sus piernas reales no lo permiten, pero es el maradona de su “país de nunca jamás”, donde se refugia en las tardes cuando la soledad de la vejez lo arropa en su mecedora… quiero ser un niño por siempre, niño que viaja a “neverland” cada vez que su realidad lo confunda. Cada vez que añore un poema, cada vez que rescate una princesa, cada vez que derrote algún dragón ejecutivo, cada vez que la madurez me arrope, la ilusión y esperanza de la juventud estará esperándome… jugare con mis temores, como juega el niño en un castillo batallando con el macabro monstruo de las cavernas, recorreré el mundo, cual principito al recorres el suyo, enfrentare retos, como el increíble Indiana jones, pasando a través de pruebas y corriendo a través del túnel de la vida para no ser aplastado por la bola gigantesca de la muerte… seré un niño por siempre… cual peter pan en nunca jamás