Un Hombre del pueblo de Neguá, en las costas de Colombia, pudo subir al alto del cielo.
A su vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde alla arriba, la vida humana. y dijo que somos "un mar de fueguitos".
-El mundo es eso -reveló-. Un monton de gente, un mar de fueguitos.
Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales.
Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco,que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende.
7 comments:
Vaya vaya, yo pensando en fuegos y tu que te apareces así, con este fuego. Bien dicho eso de que "uno no llega a los textos, los textos llegan a uno". Por algo te llegó, y gracias por hacérmelo llegar a mi.
Un abrazo tibio de una necia que te quiere.
Muy buena selección hermano..
Oye oye, hay algo que puede que te guste pertenecer.. un regalo que me dejaron y extiendo en mi último post.
Suerte que el fuego quema, y podemos darnos cuenta cuando se acercan demasiado los otros fueguitos...
digo yo...
El fuego es el simbolo principal en el purgatorio. El fuego purifica,entonces renace no un dolor que quema, sino uno que alivia,porque por mas contradictorio que parezca, hay dolores que hacen bien.
¿y qué tipo de fuego crees que tu que eres?
Yo le tengo cierto respeto, rozando en miedo, al fuego. Visto desde este punto de vista, no tengo por qué, si soy como él. Me encantó eso del fuego propio.
Saludos!
Isa.. pregunta truculenta... pepe no entendi..
Entonces, ¿que es lo que puede ocurrir cuando se entrelazan dos fuegos de los más ardientes? ¿explosión? ¿anulación? ¿transformación? ¿pasión extrema?
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