Noche

Hoy despierto como siempre, un poco atolondrado, con el brillo del nuevo sol golpeándome la cara, desvelándome entre lagañas y bostezos, el cuerpo es un pesado movimiento, un baile lento entre sabanas y almohadas, cual melasa caliente, me va escurriendo poco a poco por el borde del colchón.
No hay pensamiento alguno tras el silencio de la alarma, cuello brazos pies, pesan como lastre en el agua, los arrastro como anclas a través de la bahía de mi cuarto hasta la puerta del baño. Tanteo con las manos el contorno de la llave, hago que escurra el agua por 3 segundos para evitar que el frío de las tuberías desate ríos de escalofríos en mi espalda sexo piernas; mi cara es lavada por el flujo tibio del liquido conciliador que bautiza mis cabellos en pro de un nuevo día; y es justo en ese momento, donde el recuerdo de una imagen retorna al pensamiento.
...eras tu quien me sedujo esta noche entre sueños, fue tu imagen que se coló entre mis almohadas, y fue tu risa lo que quedo grabado de este viaje...
No tomó mas de unos segundos recordar todo lo que fue ese sueño, tu presencia en él me produjo un extraño bienestar, una leve sonrisa de medio lado que invade mi rutina y la interrumpe. He decidido cerrar la llave, recoger mis pasos, escurrirme nuevamente en el colchón, entregarme si reproches a la sabana que me cobija y preparar pretencioso la cacería de ese mismo sueño, o algún otro que a mi subconsciente se le ocurra, que me traslade directamente hasta ti, hasta una imagen de ti, hasta un rostro de ti... pues es en esta clase de noches, donde no te extraño tanto...