En el orden de ideas de días como hoy, una de los pensamientos contemporaneos mas recurrentes es la idea de "escapar", estamos hartos de caminar como sonámbulos en las calles, sin ambiciones propias más que llegar al asiento del trabajo y producir como hormigas, producir sin finalidad, antes el carpintero trabajaba por su mueble, el agricultor por la cosecha, el herrero por su pieza, el pescador por los peces; hoy en día suele ser distinto, se trabaja por dinero, por algo relativo y sin sustancia. Un pedazo de papel que fluctúa en los espacios y en el tiempo. Una cosa relativa, sin utilidad directa, sin peso ni sazón, es simplemente una ofrenda.
Trabajamos para poder comer, pagar los giros del auto, la luz, el teléfono, la comida, el cable, el agua, el transporte; pagamos para divertirnos, para calmarnos, para ahorrar.
Ganamos dinero para gastarlo. ¿Para buscar utilidad? No. Para desecharlo rápidamente, buscar dinero para botar, en cualquier tontería… trabajamos para descansar mas y mejor…
No sería más fácil, simplemente. No trabajar… o trabajar para el gusto, el propio beneficio, directo y no monetario.
Un trabajo más espiritual, más elaborado, algo pensado, sin maquinismos, sin tendencia a el progreso, más bien, una propuesta al regreso de nuestras raíces, nuestras identidades primigenias…
Recordar que solo eres un organismo mas en un Todo, que tus problemas no abarcan a la sociedad entera. Ni siquiera salen del grupo zoológico de los primates.
Tus problemas son propios, simples e individuales.
Imagina por un momento ser la tierra... El planeta. Te daras cuenta por un momento, que tus órganos, tus hijos, se han vuelto contra ti, te pisotean, te desgarran, te agujerea, solo para sacar lo mejor de ti. Te claman Amor, pero reclamando tu propia vida, te agotan hasta lo mas profundo de tus energías.
¿Aun serias capaz de amar bajo ciertas condiciones?
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