oh! Tolkien!

Filólogo y catedrático de la Universidad de Oxford, su nombre quedará eternamente ligado a su obra más famosa: El Señor de los Anillos. La historia épica, en la que Elfos, Hobbits y Hombres protagonizan otro capítulo en la lucha entre el bien y el mal, es un clásico de la literatura y el cine

John Ronald Ruelen Tolkien nació en Bloemfontain (capital judicial y sede de la Suprema Corte de Sudáfrica), el 3 de enero de 1892. Cursó estudios de Filología inglesa, especializado en inglés medieval, y ostentó las cátedras de Anglosajón y de Lengua y Literatura inglesas, en la Universidad de Oxford. Fue miembro de la Royal Society of Literature y vicepresidente de la Philological Society.
Los pergaminos académicos que consiguió a lo largo de su vida hablan por sí solos, pero no explican por qué trascendió a su tiempo y se ganó un lugar de privilegio entre las plumas del mundo entero. El secreto está en su obra cumbre: El señor de los Anillos.
Esta genialidad, publicada en lengua inglesa en 1954, es una de las que más ha influido en el género de la literatura fantástica; y la que tantas pasiones ha despertado a partir de las tres adaptaciones cinematográficas que realizó el director de cine neozelandés Peter Jackson.
El título hace referencia a Sauron, el Señor Oscuro de Mordor, principal villano de la historia. Es el malvado creador del anillo único que utilizó para controlar el poder de los demás anillos. Un grupo de heterogéneos seres (Elfos, Hobbits, Enanos, Hombres) forman la Comunidad del anillo para destruir la fuente de poder de Sauron.
Tolkien ambientó la historia en el mundo de fantasía más famoso de la literatura universal: La Tierra Media. Un mundo en el que la magia todavía caminaba sobre la Tierra; y razas como los Elfos o los Enanos aún no habían abandonado a los Hombres. Un lugar (nacido de su prodigiosa imaginación) en el que también acechaban las sombras del mal, personificadas en deidades como Melkor/Morgoth y el propio Sauron.
Otras historias de este autor tienen como escenario a la Tierra Media, y guardan puntos de contacto con El Señor de los Anillos.
La primera es de 1937, El Hobbit. Publicada como un cuento infantil, cuenta cómo el anillo del poder pasa a las manos de Bilbo Bolsón, el tío de Frodo Bolsón.
El éxito que tuvo esta obra despertó el interés de la editorial por lo que consideró sería la continuación, El Señor de los Anillos. Sin embargo, las más de mil páginas escritas en un estilo mucho más adulto, generaron algunas dudas sobre el éxito de la obra. ¿Qué resolvieron?, sencillo: publicarla en tres tomos, algo con lo que Tolkien nunca estuvo muy de acuerdo. De hecho, criticó el título del tercer libro (El Retorno del Rey) porque creía que anticipaba el desenlace de su novela.
La otra historia que transcurre en la Tierra Media es una obra póstuma (editada en 1977), El Silmarillion, una recopilación de los diversos trabajos, relatos y notas de este genial escritor.
Trata básicamente de los sucesos de la Primera y Segunda Edad (El Hobbit y El Señor de los Anillos hablan del final de la Tercera Edad), con un estilo épico acorde con las grandes hazañas de esos lejanos tiempos. Como nota curiosa, incluye un diccionario de Quenya y Sindarin, así como árboles genealógicos de las casas de los Elfos y los Hombres.
Tolkien escribió, también, otras obras como Edigio, el granjero de Ham (1949), Aventuras de Tom Bombadil (1962) y El granjero de Wooton Mayor (1967).
Pero, sin dudas, su nombre quedará ligado por siempre a El Señor de los Anillos, reconocida como una verdadera creación de mitos. Literalmente, inventó un mundo de ficción completo con su geografía, su historia, sus lenguas, leyendas y canciones, un escenario donde se dirime la más vieja de las peleas: entre el bien y el mal.
Tras su muerte, ocurrida el 2 de septiembre de 1973, en Bournemouth (un centro turístico en la Costa Sur de Inglaterra), su hijo Christopher se dedicó a publicar obras inconclusas, notas, apuntes y cuentos desechados por el propio autor, en una actitud que despierta tanto opiniones a favor como en contra.