Thursday, June 22, 2006

Fruta


Abrió los ojos lentamente y observó un cielo despejado, extrañamente azul para la época del año. Curioso, sabía que era invierno y sin embargo no lograba acordarse de su propio nombre. ¿Acaso tenía uno? Con gesto cansado se deshizo de las briznas de hierba que el prado había arrojado sobre su cuerpo durante la noche. Ramas de un verde intenso en contraste con el azul del cielo. Se incorporó lentamente al tiempo que se intensificaba el dolor de cabeza, que había sido un murmullo más que una molestia hasta el momento. Al carraspear notó un sabor agrio e irritante en la garganta, y tuvo que protegerse los ojos con una mano para observar el lugar donde se encontraba. La pradera estaba en silencio, parecía dormir. Tan solo se escuchaba una plácida y pausada respiración cuando el viento acariciaba los árboles y serpeaba silbando entre las ruinas de lo que parecía una antigua capilla. Las lianas y enredaderas pordian observarse entre las grietas de la torre. Anduvo unos pasos para desentumecer las piernas y observar las ruinas que le rodeaban. Aquí y allá descansaban enmohecidas rocas que un tiempo ya muy lejano habían formado parte de los muros de la iglesia. De la antigua estructura, solo quedaba en pie un ennegrecido torreón por el que las enredaderas competían por llegar a la cumbre. El techo de madera hacía tiempo que había desaparecido bajo la acción de las incesantes termitas, y la torre permanecía de este modo incompleta, tullida y envejecida por el paso de incontables generaciones. Conocía los nombres de cada uno de los objetos, animados e inanimados, que veía: roca, árbol, nube, pájaro… y sin embargo no sabía cómo había llegado allí, dónde había vivido su infancia o cuál era su nombre. Era como si hubiese nacido justo en ese momento. El pasado no tenía significado ni forma para él. Se concentró intentando encontrar el recuerdo mas lejano que tuviese… pero no dio resultado. Sabía que había despertado en aquel lugar, no había nada más. Era una pizarra en blanco con tan solo unos insignificantes trazos. Una sensación intensa y cotidiana interrumpió sus cavilaciones: el hambre. Le agradó reconocerla, como si fuera un nuevo recuerdo descubierto. ¿Desde cuando no habría probado bocado? Tenía que encontrar algo que llevarse al estómago, esa era su principal preocupación ahora. A su alrededor había muchos tipos de plantas. Algunas con bayas de intensos colores, pero no se decidía por ninguna… ¿y si fueran venenosas? A pocos pasos de distancia de donde había despertado encontró un matorral especialmente llamativo. Sus frutos eran rojos y carnosos y sugerían un agradable sabor. Decidió arriesgarse y masticó uno con cuidado. El sabor era extremadamente agrio y amargo, nada parecido a lo que había esperado. Lo escupió asqueado. Y, sin embargo… aquel sabor le era familiar, de eso estaba seguro. Se había despertado con él, arraigado en su garganta. Casi inmediatamente su percepción de la realidad empezó a ondular: el cielo ya no era azul, sino rojo; y los sonidos se volvían estridentes. No podía mantenerse en pie, sentía una sensación muy desagradable, como de ser absorbido a través de un embudo. Y no sólo eso, las sienes le palpitaban con insistencia, como si los pocos recuerdos que poseía pugnaran por escapar. Cuando cayó al suelo, estaba completamente inconsciente. . . .

Abrió los ojos lentamente y observó un cielo despejado, extrañamente azul para la época del año. Curioso, sabía que era invierno y sin embargo no lograba acordarse de su propio nombre. ¿Acaso tenía uno? ...

5 comments:

EBE said...

Piedad Príncipe, piedad Grandruida..mira que soy una fiel lectora con presbicia y este último texto esta tamaño hormiga!!

alejandra_writer said...

Que interesante post, me encanta la forma como escribes, aunque creo que ya te lo habia dicho jajajaja

y a Cabina Aerea le recomiendo copiar el texto y pasarlo a WORD, alli lo colocas del tamaño que quieras y lo puedes leer con tranquilidad..

Suerte! :)

EBE said...

Gracias Alejandra....good idea

EBE said...

Niño Celta: Esta historia debe continuar...me quedé en ascuas.
PD: Cuando iva a copiar el documento hice click en el texto original y pude leerlo en letra grandota precediendo los comentarios..je,je,je..aunque copiarlo, vale la pena!!

Ali G. said...

miss aerea, no entendi muy bien su postdatum, pero me alegra y halagan sus comentarios, al igual que miss alejandra..

un mutuo fiel lector

Amigo Verso

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